Nellie Campobello fue una poeta escritora y coreógrafa de origen mexicano. Su gran labor como escritora fue la de tener la oportunidad de narrar la Revolución Mexicana. Te invitamos a conocer más sobre su Biografía y obra.
Infancia y familia
Su nombre completo es Francisca Ernestina Moya Luna, mejor conocida como la famosa Nellie Campobello, nació en Villa Ocampo, en el estado de Durango el 7 de noviembre de 1900 y su fallecimiento fue en Progreso de Obregón, en el estado de Hidalgo el 9 de julio de 1986. Su madre fue Rafaela Luna y su Padre Felipe de Jesús Moya Luna, se comenta que ella fue fruto de una relación endogámica ya que su madre Rafaela que era Tía de Felipe tuvo seis hijos, -quizás esa fue la razón, el porqué del escamoteo de la información de su pasado- y en la batalla de Ojinaga, su padre fue asesinado combatiendo el 11 de enero de 1914.
La niñez de Nellie y sus familiares se va a desarrollar en un principio en Villa Ocampo, a continuación en Hidalgo del Parral, en el estado de Chihuahua, que luego serían escenarios de sus maravillosas obras, tales como: Las manos de Mamá, Cartucho y Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa. Su madre Rafaela Luna, muere y tras de ello su familia se muda completa a la Ciudad de México finalizando el año 1923. Comienza así a desarrollarse Nellie Campobello, va a encontrar la danza en esa ciudad y es allí donde su prolífica carrera florecerá.
‘Cartucho’, escrita para “vengar una injuria”
Publicado en Xalapa en 1931, el libro ‘Cartucho’ narra la historia de la Revolución Mexicana destacando el retrato de la personalidad de las mujeres en medio del conflicto. Nellie Campobello explicó en su momento que escribió ‘Cartucho’ para “vengar una injuria”, ya que tras el fin de la Revolución algunos personajes fueron juzgados de manera maniquea según el grupo en el poder, entre ellos Francisco Villa, ídolo de la infancia de Campobello. Tal fue la admiración a Doroteo Arango, más conocido como ‘Francisco Villa’, que en su honor escribió en 1940 ‘Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa’.
Otra de sus obras más famosas es la que dedicó a su madre, Rafaela, en 1937, un relato sobre la educación de los hijos en tiempos de guerra, y que tituló ‘Las manos de mamá’. La propia Nellie Campobello dijo sobre esta obra que “la compuse para pagar una deuda, una deuda contraída con ella, con mamá”.
La historia acerca de su nombre es también algo confuso: Nellie, Francisca, o Ernestina Campobello, María Francisca Luna, Francisca Moya Luna… Campobello se estima que es un seudónimo. Pero particularmente a Nellie le encantaba que la llámense La Centaura del Norte debido a su gran devoción por Pancho Villa. Se cree que una de sus hermanas, -Gloria o Soledad-, esta última que nació en 1911 de la relación de la madre Rafaela con un hombre de origen bostoniano y llamado Stephen Campbell -de allí el seudónimo-, Nellie se encargó de ella tras el fallecimiento de su madre.
Descubre la danza y se desarrolla
La infancia de Nellie y sus hermanos transcurrió en Villa Ocampo y posteriormente en Hidalgo del Parral y Chihuahua, que son los escenarios de sus obras más famosas: ‘Cartucho’, ‘Las manos de Mamá’ y ‘Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa’. Tras la muerte de su madre la familia se muda a Ciudad de México a finales de 1923, y es allí donde Campobello descubre la danza junto a su hermana y desarrolla su prolífica carrera después de estudiar en una escuela inglesa, tomar clases de ballet y relacionarse con intelectuales y artistas.
El presidente Lázaro Cárdenas le encomendó una coreografía que representara la conmemoración de la Revolución Mexicana y así, en noviembre de 1931, Campobello presentó el ‘Ballet 30-30’ en el Estadio Nacional. La representación la formaron estudiantes de la Escuela Plástica Dinámica (hoy Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello) y niños de primaria que simbolizaban al pueblo, mientras que Nellie, vestida de rojo, representó a la Revolución.
Llegado el año 1923 y durante la década revolucionaria en México, partieron ambas hermanas a la ciudad de México, lo que si se ha reconocido es que sí fue autodidacta y a través de su creación literaria y sus impulsos para la narración los obtuvo de su infancia y mediante su madre que, sin tener inclinación hacia la milicia, acompañó a los soldados en la revuelta.
Nellie Campobello junto con su hermana Gloria a partir de 1923 inicia su carrera como bailarina , en la Ciudad de México. Fue alumna de las destacadas maestras de la danza como; hermanas Adela, Amelia y Linda Costa, Lettie Carroll, Carmen Galé, Madame Stanislava Potapovich y de Carol Adamchevsky..
Fundó el Ballet de la Ciudad de México, de la mano con Martín Luis Guzmán y José Clemente Orozco, ellos se presentaba en el Palacio de Bellas Artes con sus obras, en él asistieron artistas como Julio Castellanos, Carlos Chávez y Roberto Montenegro.
Como docente formó a muchas alumnas que luego incursionaron en el baile entre ellas se encuentran: Amalia Hernández, Guillermina Bravo, Emma Ruíz, Josefina Lavalle, Dina Torregrosa, Rosa Reyna, Martha Bracho, entre otras.
Su Hermana mayor concida en los medios artísticos como Gloria Campobello, quien bajo la conducción de Nellie llegó a ser pensada como la primera Prima Ballerina de México.
La bailarina también fue testigo y ello le permitió ser la narradora de la Revolución Mexicana al mismo tiempo precursora del ballet en México. Es considerada la primera narradora moderna del siglo XX mexicano por su trabajo literario.
“Nellie” era una perrita que tenía por mascota su mamá, y Campobello de su padrastro Jesús Campbell Morton, o el Dr. Ernesto Stephen Campbell y algunos investigadores de diversas fuentes apuntan que su pseudónimo lo tomó de allí.
Obra como Escritora de Nellie Campobello
Apartando todos sus logros como bailarina es considerada la escritora de la Revolución Mexicana. Para Nellie Campobello Cartucho, es uno de sus grandes relatos acerca de la lucha en el norte de México, veamos que más escribió esta grandiosa mujer mexicana.
Firmado como Francisca -su nombre real de nacimiento-, en 1929 logra publicar su primer texto de poemas que se titulado ¡Yo! y fue editado por LIDAN, que para ese momento era la editorial de Gerardo Murillo –reconocido pintor mexicano conocido como el Dr. Atl-, el mismo se encuentra está conformado por cinco poemas y en su momento fueron considerados por Doris Meyer -crítica literaria de origen norteamericana– como “precursores necesarios en la formación de un espíritu de crítica social” e Irene Matthews los describe como “[…]versos cuyos ritmos son a la vez infantiles y dancísticos.
Mucha de su poesía se ´baila´ rítmicamente”. Varios de esos poemas del libro ¡Yo!, unificados a otros escritos durante su permanencia en La Habana-Cuba como bailarinay también fueron publicados en la “Revista de La Habana” que era una revista cubana, Nellie los tituló “Ocho poemas de mujer” y los rubricó también, con su nombre de nacimiento.
Fueron traducidos al inglés por Langston Hughes, varios de estos poemas en su antología de Dudley Pitts.
Cartucho
Financiada en su totalidad por Germán List Arzubide, en 1931, se publica en Veracruz-Xalapa, la obra más conocida Nellie Campobello Cartucho, que eran crónicas de la lucha en el norte de México durante la Revolución Mexicana.
En discursos de la oportuna autora, el motivo de la obra, es la de “vengar una injuria”; finalizado el movimiento armado y la apertura de la institucionalización de la Revolución, cierto personajes revolucionarios fueron juzgados de forma manipulado por los intereses del grupo en el poder, entre ellos el reconocido Francisco Villa, quien fuera ídolo de la infancia de Campobello. Para Francisca este deber de reivindicar a su paisano la irá prolongando en su obra “Apuntes”, que es acerca de la vida militar de Francisco Villa.
Cartucho fue escrita por la autora en tres grandes partes: “Hombres del norte”, “Fusilados” y “En el fuego”, contados desde el punto de vista de la niña Nellie, cada uno constituido por relatos cortos de episodios o personajes de Parral y de Villa Ocampo, esta visión es novedosa dentro del género de la Novela de la Revolución, pues ella se halla repleta de familiaridad por ello se dice que es una versión femenina de la Revolución; Francisca va a narrar, detalles de la vida cotidiana, también cuenta desde sus espacios privados tales como; la mayoría de ellos niños y mujeres, desde la casa de la misma autora y de sus vecinos que vivían en Segunda de Rayo en Parral.
Esta obra nos muestra en una forma peculiar la personalidad de las mujeres de todas las edades en el medio de ese ambiente guerrero, que se salió de los estereotipos atribuidos en la época a lo femenino como fue el sentimentalismo y la irracionalidad, al contrario a través de protagonistas pragmáticas y aguerridas, algunas veces completamente desprotegidas, pero que tenían que enfrentan su realidad. Al mismo tiempo a esos hombres revolucionarios bajo otra mirada: un Pacho Villa que llora, un soldado que juguetea y bromea con los más pequeños, o a uno de estos revolucionario que arrulla y canta a su hermanita pequeña, Gloria.
Las manos de mamá
Pasados más de 5 años publica una obra compuesta en 1937, donde escribe varios relatos que van a giran en torno a la imagen de la madre como eje de la familia en épocas de guerra. La autora usa el estilo narrativo fragmentario en esta obra y continúa con una de los sellos más modernos de su escritura.
La primera edición fue publicada en 1937 de Las manos de mamá, en México, bajo el auspicio de las Juventudes de Izquierda, cerca de un tiraje de 300 ejemplares. El libro tenía 89 páginas en las que eran repartidos en dieciocho relatos.
En 1949, un poco más de una década después, hay una segunda edición de la obra, que esta vez auspiciada por la Editorial Villa Ocampo. En esta edición se hicieron algunas modificaciones. Primero, Nellie Campell mejoró la redacción en general. Segundo, las historias “El puente” y “El mudo” se unificaron en uno solo manteniendo el título de este último, el libro se compuso sólo de diecisiete relatos de tal modo a partir de este momento.
Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa
A través de una crónica acerca de la carrera militar de Francisco Villa, publica en 1940 con la editorial Ediapsa, de Martín Luis Guzmán. En el Norte de México, que fue la región que Nellie creció y conoció a la perfección, la autora crea su relato que se muestra de forma muy cercana, casi personal, más no por eso carece de autenticidad, al igual que con son sus otras dos obras Cartucho y Las manos de mamá.
Su trabajo de investigación se basó en documentos de archivo, no es subjetivo o de poco rigor histórico, al mismo tiempo en testimonios de la historia narrada de algunos de Los Dorados; José Nieto e Ismael Maynez y de Austreberta Rentería, viuda de Villa, personaje quien llegó a ser gran amiga de Campobello. Nellie en el relato, pretende reivindicar a su ídolo de la niñez, a quién consideró de “El mejor guerrillero, después de Gengis Kan”.
El ánimo de la época que ni se encontraba a favor de la revolución mexicana y la postura del gobierno actual frente al personaje de Francisco Villa, era muy negativa, todo ello hicieron que la obra de Nellie Campobello fuese con continuidad ninguneada y tildada de imaginaria o de poca objetividad.
Colaboraciones en periódicos
Otras de las actividades de la escritora fue, su colaboración en los periódicos Últimas noticias y El Universal Gráfico, a través de artículos de opinión acerca la vida política del país y opinión acerca de “sucesos y noticias raras”.
Nellie a través de su vida procuró edificar un mundo a partir de lo que atestiguó de niña, fue una mujer peculiar que construyó una historia de si misma, algunas veces con información falsa, a medias, algunas verdades y mucha imaginación. Es posible que esta relación ambivalente con la realidad, le ayudó a generar sus grandes obras, La leyenda estuvo tan presente en su baile como en su propia vida y en su literatura acerca de la Revolución y sus los valores.
Las hermanas Campobello se quedaron solas cuando en 1947 llegó el último ciclo del Ballet de la Ciudad de México, pues culminada el apoyo del estado y ellas no querían adaptarse a la llegada del ballet contemporáneo. Nellie decidió encasillarse en su papel de maestra y directora de la Escuela Nacional de Danza. Y paralelamente ese año, se creó la danza moderna que estaba encabezada por Ana Sokolow y Waldeen y que establecieron la Academia de la Danza Mexicana, el Ballet Nacional de México y el Ballet de la Universidad.
La gran escritora, otrora bailarina y maestra decidió encerrarse en un caparazón cada vez más abrupta y renuente a los cambios que ocurrían en las artes y en la sociedad. Nellie estaba más sola que nunca; Gloria –su hermana- murió en 1968 a los 57 años. También sucumbieron sus hermanos Guadalupe, Jesús y Mauro y los amigos al final ellos también se alejaron.
En los años ochenta, Nellie parece vencida. En entrevistas se nota extraviada en otro mundo, uno como cerca de los tiempos de la Revolución, pero no al presente. En febrero de 1983 asiste públicamente por última vez en la escuela. A esa última visita la escuela queda entonces bajo la encargo de Nieves Gurría; y Nellie bajo la pretendido atención del matrimonio formado por Claudio Fuentes y María Cristina Belmont, quienes eran una ex alumna y ex maestra de la escuela. El matrimonio acercándose a Nellie en 1975, le habían pedido un lugar para vivir porque tenían cinco o seis hijos y le pidieron ayuda, argumentaron que no tenían donde vivir.
La pareja también estaba representando legalmente a Nellie en sus asuntos financieros. En el año 1984, desapareció de los lugares que frecuentaban, a sus 84 años de manera súbita dejo de verse, así como su patrimonio y valiosas pinturas de Diego Rivera y de José Clemente Orozco. Llegado el año 1998, la “Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal” comenzó una investigación y reveló que Nellie murió el 9 de julio de 1986 y que su cuerpo estaba enterrado en el “Cementerio Progreso de Obregón” en el estado de Hidalgo. La escritora fue privada de la libertad en sus últimos días, por Claudio Fuentes Figueroa y su esposa María Cristina Belmont.
Resulta espantoso imaginar esos últimos años de Nellie, secuestrada sola, sin voluntad y lastimada. El móvil de esta gran daño a su persona fue su fortuna que consistía en documentos inéditos de Pancho Villa, joyas, casas, y obras de Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Homenaje Póstumo a Nellie Campobello
Ventajosamente, la mayoría de sus coreografías de danzas indígenas fueron rescatadas. Y sus restos fueron trasladados a su natal Durango. Nellie Campobello fue una artista invaluable para México ya que también se destacó como una escritora memorable por su valor testimonial, por su desenvoltura al contar la crueldad de la guerra; pero sobre todo fue un personaje complicado que mezcló desde su juventud la realidad con la ficción y no quiso renovarse para seguir adelante, sobre todo en la propia vida.
Al cumplire 117 años de su nacimiento Google la homenageó un doodle creado por la artista Lindsey Olivares.